ouo

miércoles, 25 de octubre de 2023

Sociedad Secreta 111

 

Capítulo 111: Una Dragonkin ordinaria.

 

“Entonces… ¿Eres tú… la perra, quien imprudentemente buscó pelea con mi maestro?”

 

Esta dragonkin, Galette, dijo tan pronto como se acercó a mí.

 

Era como si me estuviera diciendo que no podía ganarle a Kaisar y que no había manera de que pudiera desafiarlo a una pelea.

 

Es cierto que experimenté la diferencia de fuerza hasta el punto de que ni siquiera podía competir con Bridgette, y no podía hacerle frente en absoluto, pero eso no significa que no pueda ganarle a ese pedazo de basura, Káiser.

 

“¡Divertido! Aparentemente estás asumiendo que, aunque no puedes vencer a Bridgette y a mí, puedes vencer al Maestro.”

 

“¿No tengo razón? Kaisar ni siquiera puede manejar una espada y su magia es inexistente. ¿No es bastante fácil derrotar a un oponente así?”

 

“Ya veo… estás equivocada acerca de mi maestro en muchos sentidos.”

 

Galette pareció tener un destello de inspiración mientras respondía.

 

“¡Sí! Bridgette ya te ganó una vez, ¡Así que no será difícil volver a golpearte! ¡Pasaré mi tiempo hablando de lo grandioso que es mi maestro y luego finalmente te destruiré!”

 

“No te hagas la tonta conmigo. Si no me tomas en serio, entonces…”

 

Intenté objetar la actitud de Galette, pero una vez más, al igual que Bridgette, tenía la punta de una espada de madera en mi cuello.

 

“Tendrás que estar al mismo nivel que yo antes de poder decir eso, ¿No? ¿Me estás pidiendo que luche con todas mis fuerzas contra un insecto de una sola ala como tú? Eso es simplemente absurdo. Sólo es cuestión de aplastarte, nada más. Bueno, está bien. Los pequeños no pueden imaginar cuán grandes son sus oponentes ni cuán pequeños son ellos mismos”.

 

Galette empezó a hablar, pero cuando me recordaron que no podía ganar por mucho que lo intentara, ni siquiera el deseo de luchar volvió a venir a mí.

 

“Entonces… antes que nada, ¿qué opinas de este cuerpo mío?”

 

“¿No es el cuerpo de un dragonkin ordinario…?”

 

“Sí, es el cuerpo de un dragonkin normal. Tengo un par de cuernos y alas, dos ojos y una glándula de fuego para poder escupir fuego. Eso es lo que soy ahora. Pero antes de conocer al Maestro, los humanos me rompieron los cuernos, me arrancaron las alas, me arrancaron los ojos y me sacaron la bolsa de llamas de mi pecho mientras aún estaba viva, robándome toda dignidad como dragonkin.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario