Capítulo 254: Un favor.
El Emperador me miró como si mi suposición
fuera acertada.
Él debe estar pensando: ¿Qué debo hacer? Él
lo sabe todo... ¿Cómo puedo cambiar las cosas a partir de ahora?
Parece que… aunque pudo engañar a los
esclavos, no pudo engañarme a mí, que tengo los poderes deductivos de un gran
detective.
El Emperador cometió un error al elegirme a
mí, el hijo mayor de un duque, para casarme con la princesa Claude cuando
podría haber elegido a un humilde noble para casarse con ella, pero estaba
demasiado preocupado por las apariencias.
No sé por qué no se acercó a mi hermano, que
ha asumido el título de duque, pero tal vez su intención era facilitarle el
control de nosotros, la pesadilla del imperio, al reunirnos a todos en un mismo
lugar.
Tengo muy mala reputación entre el público.
Además, últimamente han empezado a circular
rumores de que también soy un mujeriego de la peor especie.
Supongo que pensó que yo, siendo tan
mujeriego, podría ser fácil de engañar al empujarme a la Princesa Claude y que
mi notoriedad contrarrestaría su infamia, pero no funcionó de esa manera.
No sé cómo se dio cuenta de que la princesa
Claude se había convertido en mujer, pero le felicito por haberme empujado a
este punto.
“Sí... Sí, es cierto. Si es tan conocido, no
hay necesidad de ocultarlo ahora, ¿No? Es tal como dijiste, Kaisar-kun. Creo
que lo escuché de Douglas, mi hijo mayor, que podría casarse pronto... Sí, creo
que dijo exactamente lo mismo.”
Y el Emperador se atrevió a ser vago sobre el
matrimonio de Su Alteza el Príncipe Douglas.
La razón por la que lo mantenemos en secreto
es probablemente porque, si se confirmara, podría dar lugar a problemas
molestos más adelante.
Por ejemplo, si yo dijera más tarde: He
oído que Su Alteza Douglas se va a casar, él podría negarlo y acabar con el
rumor. A partir de ese hecho, es probable que esta conversación quede
registrada como prueba con alguna herramienta mágica para demostrar que él no
lo dijo.
“Entonces… hagámoslo. Primero, concluyamos en un
compromiso oficial con Su Alteza la Princesa Claude. Luego podremos casarnos cuando
sintamos que no hay problemas en nuestras familias o en nuestras vidas
personales. Sin embargo, me conmueve profundamente que el matrimonio de Su
Alteza Douglas se solemnice gracias a mí.”
“Jajajaja… así es. Como dijiste, jajajajaja…”
Cuando me dirigí al Emperador, concluyendo mi
compromiso con la Princesa Claude, enfatizando en nuestra conversación que es
gracias a mí que el matrimonio de Su Alteza Douglas se ha solucionado, se
rió por alguna razón.
Creo que es seguro decir que la otra parte
ahora me debe un gran favor.
Sé que su plan original era imponerme a la Princesa Claude sin nada a cambio, pero eso ya no va a suceder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario