Capítulo 250: ¿Qué es este sentimiento…?
“¡Lo sé! ¡Tú, Señor Máscara Negra!”
“Oh… ¿Entiendes?”
“¡Sí! Porque tú, el de la máscara negra, y yo
estamos atados por el destino. Con solo cerrar los ojos, puedo saber lo que
estás pensando como si lo viera en mi mano. Todo esto es un camuflaje, ¿No? Si
es por esa razón, también te perdonaré por este asunto. Sin embargo, me
gustaría que supieras que estoy celosa de que dependas de otras mujeres cuando
tienes una mujer como yo, sin importar la razón...”
Mal... Ella no entendió nada.
Y cuando de alguna manera volví mi atención
hacia la Princesa Claude, pude ver que su rostro estaba tan distorsionado que
me di cuenta de que se estaba alejando de Sufia.
La expresión de su rostro decía: ¿De qué
está hablando? ¿Está loca?
Espero que use esto como una lección de lo contrario...
Bueno, no es inusual que las personas puedan
emitir juicios normales desde la perspectiva de un tercero, incluso si es
difícil de entender cuando se trata de sus propios asuntos. Sin embargo, no
tengo intención de quejarme del caso de la princesa Claude, ya que ya terminó.
Preferiría ver su contrato de esclavitud roto
lo antes posible y regresar a una relación neutral.
Para ello, primero tendré que resolver el
problema en cuestión lo antes posible.
“¡Maldita sea! ¡No puedo acabar aquí! ¿Qué le
pasa al líder? ¡Quizás podamos encargarnos de tres chicas y un chico nosotros
solos!”
Mientras pensaba, uno de los bandidos,
probablemente uno de baja condición, debió ver nuestra actitud y pensó que
podía hacer algo contra nosotros.
Hizo un berrinche y se abalanzó sobre la
princesa Claude, blandiendo un cuchillo en su dirección.
Sin embargo, como alguien que normalmente
trata con esclavos, los movimientos del bandido eran tan lentos que casi
bostecé.
Entonces agarré la mano que sostenía el
cuchillo del bandido que nos atacaba y saqué del almacén la espada que los
esclavos habían hecho para mí y lo corté en un instante.
Sin embargo, como todavía tenía algo de
impulso, iba a chocar con la Princesa Claude a este ritmo, así que le di una
patada en el costado y lo envié volando.
Como he arruinado tantas vidas, no creo que
nadie se quejaría si les tomara una o dos manos y luego los echara.
¡Ba… Bum…!
“¿Qué es este sentimiento…?”
La princesa Claude parece haberse puesto rígida por el miedo debido al impulso del momento, pero como no tengo intención de cuidarla, ignoro lo que parece estar murmurando, pretendiendo no escucharla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario