Capítulo 51:
Absolutamente.
Honestamente, no quiero destacar, pero supongo
que eso es imposible después de todo lo que pasó.
Bridgette dijo que ya no tenía que reprimir
sus deseos y que estaba encima de mí como un perro grande.
Cuando señalé que sus pechos se estaban
presionando contra mí, se sonrojó y dijo: “Si es por Kaisar-sama, siempre
puedes...”
lo que lo hizo aún más insoportable.
La forma en que está tan cerca de mí hace que
las miradas de los que me rodean se sientan aún más dolorosas.
Y no son solo las reacciones hacia nosotros
las que han cambiado, sino también la forma en que la gente miraba a Su Alteza
Claude.
No son miradas de envidia o admiración como
antes, sino de lástima, como hasta yo puedo notar.
Su Alteza Claude parece perplejo como si nunca
antes hubiera recibido una mirada así.
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Después de la escuela, habiendo terminado un
día lleno de una atmósfera tan extraña, decidí dirigirme al Gremio de
Aventureros por primera vez en mucho tiempo.
Hoy es fin de semana y mañana habrá dos días
festivos consecutivos. Es viernes florido, como lo llamaban en mi vida
anterior.
La razón es que pensé que, dado que vine a
otro mundo de todos modos, podría hacer algo con el conocimiento de mi vida
anterior.
Y los esclavos han podido ganar su propio
dinero y ganarse la vida sin mí ayuda. Hacían todo lo posible por darme todo el
dinero que ganaban, pero eso me molestaba en la conciencia, así que les dije
que lo gastaran en ellos mismos…
Por último, está el tema de los movimientos de
mi hermanito Gwen.
Ha estado actuando extrañamente tranquilo
últimamente, así que solo puedo suponer que está tramando algo.
Si algo les sucede a mis esclavos por eso,
seré descalificado como maestro.
Creo que desde que los compré, tengo la
responsabilidad de proteger su seguridad y felicidad.
Quiero cuidarlos bien ya que me confiaron sus
vidas.
He sido un aventurero por menos de medio año,
por lo que mi rango es bajo y no hay mucho que pueda hacer, pero… aun así es
mejor que no ir.
Con eso en mente, llevé a Bridgette a través
de la puerta del Gremio de Aventureros.
En caso de que te lo preguntes, Bridgette y yo
usamos máscaras negras porque no quiero que se reconozcan nuestras caras.
Entonces las cuatro esclavas vienen hacia mí
en un movimiento sofisticado, arrodillándose e inclinando la cabeza.
¿Qué diablos están haciendo…? Es como si yo
fuera el malo.
Les diré que me ignoren la próxima vez que nos
encontremos afuera…
Eso es imprescindible.
“Levanten la cabeza.”
““““¡Sí!””””
No puedo evitar destacar, pero me digo a mí
mismo que esto es por su bien.
“¿Puedo hablar?”
“¿Acerca de…?”
“Querido maestro, no tenías que venir hasta un lugar como este. Podrías habernos ordenado que lo hiciéramos para no tener que molestarte.”
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